tag:blogger.com,1999:blog-27145355438306209992024-03-05T15:07:23.194-08:00No queremos morir idiotasEn cada esquina hay algo más que una historiaAntonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.comBlogger73125tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-84658625583451715882013-08-16T11:59:00.001-07:002013-08-16T11:59:58.103-07:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="http://www.cuadernodelluvia.com/wp-content/uploads/2013/08/la-foto-2-e1376581905511.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://www.cuadernodelluvia.com/wp-content/uploads/2013/08/la-foto-2-e1376581905511.jpg" width="292" /></a></div>
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Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-40489092818564331252013-07-25T10:13:00.001-07:002013-07-25T10:13:14.146-07:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="http://www.cuadernodelluvia.com/" target="_blank">Revista Cuaderno de Lluvia</a></div>
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<a href="http://www.cuadernodelluvia.com/nueva-trova-cubana/">http://www.cuadernodelluvia.com/nueva-trova-cubana/</a><br />
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Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-2062014582033531162013-07-24T06:16:00.000-07:002013-07-24T06:16:20.383-07:00Cuaderno de Lluvia<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Los milatardeceres volaron a otra esquina.<br />
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Ayer pasamos la primera página en <a href="http://www.cuadernodelluvia.com/" target="_blank">www.cuadernodelluvia.com</a> Una nueva sospecha, una nueva esquina, una nueva ventana.<br />
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Ser alas de un mismo vuelo...<br />
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Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-18937657324484819552012-08-17T19:21:00.001-07:002012-08-20T09:32:33.727-07:00Gastón Cahuita<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3sfHAY7Tu9E1h3hpLCxRp0ACaTxCfk41qfh-sj9DmAn_YwGjEpcR1TB2Vdpks6D_FMaPdlvqGXHf3BI_xvEairxAVlFC8u5kVEEMG4mJtotNEOu0KdvGZLKI0TGHKgq_CrTVQeF-6TTc/s1600/costa_rica_298.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3sfHAY7Tu9E1h3hpLCxRp0ACaTxCfk41qfh-sj9DmAn_YwGjEpcR1TB2Vdpks6D_FMaPdlvqGXHf3BI_xvEairxAVlFC8u5kVEEMG4mJtotNEOu0KdvGZLKI0TGHKgq_CrTVQeF-6TTc/s320/costa_rica_298.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Eran más de veinticinco años y su mirada pesaba más de noventa kilos. Los días, desde su atalaya secreta, bailaban en el espejo, al ritmo de las gotas que se desparraman cuando las brumas del Sáhara acechan al Sur de este páramo ensimismado, en uno de sus pasos veraniegos con el que se apretan la cintura las Cabañuelas y el río de espuma que conquista el valle.<br />
<br />
Digamos que los días inciertos eran su única guarida, además de los sudores de Keroauc, la senda del perdedor Chinaski o la barba francófana de tío Julio. El barrio, a pesar de sus esquinas y las historias de gitanas por las que se rompió más de una vez la bragueta, eran para él un atardecer sin mantel ni vísperas de después, dónde tan sólo comía, cuando la luna escondía la noche en el redil de los seres inquietos. Hasta las hormigas despreciaban las migajas de aquella sonrisa, que miraba a la vez a dos mares distintos y que respiraba entres sus ojos, que no eran más que una herida viviente, que no terminaba de enconarse.<br />
<br />
Ni siquiera las cenizas de aquel amor sideral descansaban encima del velorio, que las horas,a hurtadillas, iban tramando en el envés del calendario. Fumaba vértigo y nunca lo supo, jamás probó otra cosa que la droga más dura que los falsos dioses vendieron a Eva y Adán en aquella jodida manzana. Los días seguían pasando, como los trenes que atracaba en las faldas de las barras americanas de la aldea vecina o las cartas que escribía pensando en ella y que, más tarde, usaba para no pagar el ticket del tio vivo,a todas las féminas a las que picaba con su desvengonzado encanto. Y eso ella lo sabía.<br />
<br />
Mirada esquiva pero te hablaba con el corazón en la mano. Puede que todo lo hiciera mal pero todo lo regaba desde dentro. Si ella andaba cerca, todos sabían que para él, ella era la medida del tiempo.<br />
¿Qué mayor honor que el eco de su voz te lo reconozca en silencio?<br />
<br />
Para Gastón, el mar seguía enfrente, a cien kilómetros (¿el mar cambió alguna vez de sitio?). Quizá por eso nunca tuvo carné de conducir, no pintó en la arena, ni volvió a bailar con Marley entrr las lágrimas que un día sorprendieron al Atlántico. Si hasta bautizaron a un tifón con su nombre...<br />
El río permanecía a tres segundos si bajabas por las escaleras del Casco Viejo; la misma fracción de tiempo que sus dedos gastaban en destrozar la barrera del deseo: cuello, comisura, norte geodísico de la escalera de caracol de su culo, labios, sonrisa vertical. Tres segundos, el mismo tiempo, la misma distancia con la que te besaría si no viviéramos de espaldas, si los periódicos no hicieran de las suyas y se andarán prestos a revelar, de una maldita vez, la exclusiva que tus labios cerraron al escapar de cama en cama. Olvidaste que para jugar a la oca hacía falta un dado, dios sabe dónde mierdas está.<br />
<br />
Las antípodas se pintan en el mapa tomando de muestra nuestras espaldas. Parece que ya les encuentro utilidad en este invierno que dura más de cuatro estaciones. Las autoridades pertinentes no modelaron plan de rescate alguno, ni para aquella ciudad que se buscaba entre los recovecos que los amantes perfilaban, ni para aquel tipo de lágrima fácil y manos heredadas de un tiempo hambriento; frágiles en su inmensidad y tan honestas como la ambigüedad de un beso en la oscuridad.<br />
<br />
Gastón divagaba en su propia vida, su círculo perdía forma pero en sus playas aguardaba la vida entre miles de libros que jamás leería pero abrigarían torpemente aquella condena ineludible, de estirar el atardecer sin aquel ombligo que le dió la vida por segunda vez. En esta ocasión él la eligió aunque a ella se le olvidó el ticket de la pescadería. Dejó la raspa marcada en uno de sus brazos, con la sopa congelada y la espalda, dónde se guardan los secretos, mellada, sin blanca y con dos goles en contra en el descuento.<br />
<br />
A pesar de que las treinta lobas,que un día durmieron en su ombligo, promovieran una colecta de besos para dibujarle al menos una sonrisa, él seguía, sin saberlo, pensando en ella, rompiéndole los muelles a la noche en habitaciones prestadas, en mujeres que pronto se cansarían de la violencia de sus caderas.<br />
<br />
Sus manos llevaban la carga con la que en ataño agitaba sus cabellos. Su péndulo viril de deshacía entre los dedos, siempre a la hora de la siesta pero ella no era quién se reflejaba en el espejo. Más bien una sombra de barba rojiza e infranqueable,que crecía al borde del espejo sin acuse de recibo, con menos pelo y demasiados kilómetros en la carretera. Gafas western, pitillos con los bolsillos rotos y un arcón de ginebra para difamar a Cristo en la noche.<br />
<br />
El verano se desparramaba sin letanía, al igual que los hilos de su cabellera, en silencio e inevitablemente como las horas al volver las esquinas, que también se repeinaban aunque sólo por instinto. Su craneo, cada vez más ligero, se especializaba en túneles salados. Todas quedaban satisfechas, incluso recomendaban sus artes a las demás de la pandilla. No era una rifa pero si te mordía date por contenta, no todos los días te toca la lotería.<br />
<br />
Las calles ya conocían sus chancletas de cuero viejo, su hombrura eslava y ese tinteneo de caderas a caballo salvaje entre el grandullón que te birlaba el almuerzo en el patio del cole y el gigante verde de la lata de guisante. Eran más de veinticico años y los cojones del alma se inmolaban día sí y día no. No sé cansaba de ser distinto, él vivía eligiendo lo más sagrado, ya sabes. Lo demás,la distancia y al curioso azar se encangarían de ordenarlo. Desaparecía por el barrio viejo, merodeaba con un papel y un grafito por el Balcón del Muro mientras los jauría tiraba piedras a un pueblo cansado de bostezar anhelos, sin mostrar los dientes al cerrajero.<br />
<br />
El verano iba perdiendo lunares y Gastón buscaba nuevos mares en las veinteañeras. Misteriosos puzzles que se perdían entre las camisas, que siempre llevaba puesta, de cuadros, estampadas de flores, jironeadas por los buitres. Siempre llevaba encima algo de su abuelo, a veces la mala leche, quizá el cinismo que nunca tuvo o un peine manido para destripar la madrugada. Nunca se olvidaba de la pitillera Blande de plata, que un día birló en el rastro viejo de Belgrado. Y era fácil desnudar a esa chica que pronto estudiaría anatomía en la universidad. Clases particulares le ofrecía, encima sólo se lo cobraba a la sábana de estrellas, que hacían de refrigerador entre tanto lobo aullando a la noche.<br />
<br />
Mientras todo lo demás no tenía sentido, 'El hombre unidimesional' de Marcusse triunfó en este rincón, el SuperYo era la nueva canción del verano y ella que no pasaba por su puerta a barrer las lágrimas, qué más dará.<br />
<br />
Gastón nació en Cahuita,vivió en Cahuita y amó y se besó en Cahuita. Ella es la única que sabe del tesoro que guarda. Él la enseñó a bailar, a mirar en los ojos del mundo para darle la espalda a la mediocridad asesina que rodea esta isla. Ella lo sabe, créeme, aunque jamás se atreva a mover ficha, tiene el culo algo más gordo.<br />
<br />
Gastón se marchó. Andaba cerca de una ventana, tendido ante el ocaso de su juventud. Gastón dejó esta nota en el quicio de mi rosetal, en ventarrón que era mi habitación.<br />
Era la primera vez que escribía, y eso se aprecia. Su nota es un puzzle, un crucigrama para halcones. Creo que la vida siempre comienza a deslizarse al unir una pieza con otra, qué descubrimiento. Recuerda a tu primo pequeño o mírate la frente en el espejo. Uniendo casualidades, separando el día de la noche, el aire del viento, la sal del mar, el tango de su cintura. Aquí comienza todo, o al menos eso parece.<br />
<br />
Gastón, guárdese una por si acaso, no olvide el hielo picado. Quizá ella se pague la última ronda. Quién sabe.</div>
Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-55407194245375998472012-04-03T17:04:00.000-07:002012-04-04T02:14:59.588-07:00Caminos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="font-size: x-small;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC0DaYyXdGDdW6_COjk_4E8DVUNV1IA-Lw36fbi1mNnbs8MD6WCxGVChHrWPrmw69XobZYdkjn-fE8cdzWGwmtc9FECHswdk9smRTsN5S0cOM9pDJ8bvWDU9ZlG2GqNt4G5OpeGDGTrZQ/s1600/A.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC0DaYyXdGDdW6_COjk_4E8DVUNV1IA-Lw36fbi1mNnbs8MD6WCxGVChHrWPrmw69XobZYdkjn-fE8cdzWGwmtc9FECHswdk9smRTsN5S0cOM9pDJ8bvWDU9ZlG2GqNt4G5OpeGDGTrZQ/s320/A.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="font-size: x-small;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;">Pasan las
estaciones, y las hojas de los días bailan en el calendario. Pasan por el filo,
tímidas, inventadas por un ritmo diferente a lo que hasta ahora conocíamos.
Cerca del Sur, la sombra de los héroes invisibles se confunden con la cera
caída, los coches mal aparcados y las primeras cabelleras que suben la persiana
a los bares de La Otra Cieza. La cara B palpitante arrincona historias como
estrellas perdidas en un tiempo que olvida al estirarse en la
calle. Falsos dioses, mujeres endiosadas, ex-albañiles de la testoterona,
y anónimos que son los más parecido a esos dioses que ya no creen en nosotros.
Estrellas, caminos, huellas, cuestas, cruce de caminos.<u1:p></u1:p></span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;">Hasta que cae
el mediodía, la vida no vuelve a las orillas. Para muchos la hora del café es
el espacio irreductible dónde a diario continúan con su novela
imaginaria. Tan necesaria para permanecer a flote. Diez mil raleas. Y
allí están. En solitario y apoyados por el humo de un cigarro, conversaciones
solitarias y fecundas que se leen en los ojos, a veces necesitan doblaje;
otras de amigos que dejaron de serlo y jamás se negarán un abrazo; otros..con
desconocidos que todavía viven en casa, ya sólo comparten la hipoteca. Siempre
pagan por separado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;"><br />
Al entra en un Café, uno siempre se encuentra con las fotografías que todos
llevamos a cuestas. Fotografías, recuerdos que pesan demasiado aunque puedas
guardar los cincos continentes de un cuerpo de mujer en una noche. A pesar de
que la realidad separe la luz con que nuestra memoria confunde ciertos
colores, hay maneras de brillar que nadie sabe dónde se aprenden. Hay miradas
que cruzan el tiempo, y donde se leen grandes historias. Porque las grandes historias están siempre escondidas.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;"><br />
Al final de esta barra de mármol, la única que queda, y puede que quizá por estas fechas, un grupo de chicas, manos de última generación y miradas 3G, regalan
al tendido las curvas de la noche anterior, no quedan secretos de alcoba. Y qué
importa. Repletas de abalorios diseñados en la última de La Guerra de la
Galaxias, y en chandal con la marca deportiva tatuada a fuego, crucifican a su
camada de amantes. Ellos por fin huyen sin ropa, se largan en la moto hacia
nueva llanuras, locos de Venus inéditos. Conversaciones que desintegran el átomo
de la intimidad en un segundo. </span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-color: #d9ead3;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;">Más cerca, se
mofan al imaginar la vida del viejito que esconde sus días a solas en el
períodico que lee sobre las 4 de la tarde. Qué más da en qué gaste las últimas
pagas de Francia.<br />
Demasiada violencia entre sus piercings labiales. Santifican maneras que las
devuelven a siglos pasados. Ellas se quejan de su alcalde a través del Gran
Hermano. Y con todo ello, fuman, y beben, y ríen a través de esos aparatos que
jamás confesarían lo solas que están sus vidas, y las playas de letras, de
habitaciones a oscuras y de callejones sin salida, que las hojas caprichosas de
los días guardaban para cada una de ellas. El monocromo de sus miradas, el
invierno de la oscuridad.<u1:p></u1:p></span><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #d9ead3; background-image: initial; background-origin: initial; font-family: Tahoma, sans-serif;">Así es
imposible ver el mar. Benditas sean las huídas hacia ninguna parte. Me
acerqué a Pedro, el viejito del rincón. Un viejo notario con la mejor colección
de postales posible. Era curioso, en su habitación, tenía fotografías de todas
sus amantes. Tenía cierta obsesión por las entradas en carnes. O al menos eso
decía. Lo pensaba ofendido pero todo lo contrario. Camuflado entre su
periódico, estudiaba los caminos que todavía le quedaban por recorrer. Gracias
a esas conchas chapadas en oro malo, esos moños alquitranados, se alegró de no
pisar la misma senda de aquellas muchachas. Cruce de caminos. Él ya no
necesitaba intermitente. Su vida ya no era ningún atajo. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/isKqhA76QTk?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-31553139471006117072012-01-23T21:51:00.000-08:002012-01-23T23:16:22.955-08:00Ropa tendida<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTObxfqSm3eYjzjxDW-LELV5PKJIZon79w4d6ymjqBdp9KrwJ2tWk8a0ZZM2yfO9oa4nKLbo8uQf45KnW9rcX9gPi5lA2dt-HK30HiCdSj4zzlODHRT4EsRsgZDdvLsp-IQBQSqiGzQtY/s1600/P1011594.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTObxfqSm3eYjzjxDW-LELV5PKJIZon79w4d6ymjqBdp9KrwJ2tWk8a0ZZM2yfO9oa4nKLbo8uQf45KnW9rcX9gPi5lA2dt-HK30HiCdSj4zzlODHRT4EsRsgZDdvLsp-IQBQSqiGzQtY/s320/P1011594.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
Entró en la habitación y la vida quedó intacta, en silencio, tendida encima de la mesa. Los recuerdos andaban esparcidos con un ritmo desconocido que mezclaba el olvido con las heridas. Heridas que me convertían en héroe de una batalla indemostrable. La sal de los recuerdos no cicatriza. La estantería pintaba historias distintas según la madrugada. Habían noches que acercaban trenes repletos de nieve, vagones con polizones y espías rusos, caras de miedo, música country; sueños y horizontes sin apenas equipaje con unas monedas dibujadas en los bolsillos... En otras, los viejos indios danzaban entre los dioses implorando lluvia para la reserva.Ya las últimas lunas borraban las letras, los colores, la alegría de aquellos libros que cambiaban de lugar o acaso de vida. Las novelas siguen apiladas con algo más de polvo, no lloran y no te olvidan porque saben que las echas de menos. Andan a la espera de tus manos, tan sólo tu podrías utilizar la escalera.<br />
<br />
La habitación estaba cansada. Al igual que los ojos que se reflejan en el espejo. Son tiempos complicados para bailar y apostar pero no queda otra. Quizá aventurarse a liberar los sentidos o maldecir el vértigo que la ciudad asoma, puede que sirva de coartada y se dibuje un atardecer distinto. Hay también miradas que duelen, que nos duelen en sitios donde ningún mapa pueda localizar. Por el barrio encuentro vidas que ya he leído. Y es una mirada con una mano extendida que lucha contra la perra vida, la que te parte por dentro, te quita el aliento y te enseña lo que todavía no habías aprendido. Ya no hizo falta enchufar el telediario, leer el periódico o estudiarme los consejos de mi viejo profesor. Quedan miradas que lo llenan todo, ni siquiera una buena novela puede desvelar el enigma de unos ojos enfrentados por una casualidad.<br />
<br />
Subí las escaleras con las palabras de aquel joven. Al menos le robé una sonrisa, puede que fuera lo mejor que me llevaría a casa en meses. Construí un pájaro de papel con las palabras más bondadosas que pude imaginar, dibujé barcos y aviones de última generación. La ventana seguía abierta, y se esfumó junto a los pájaros que vivían en mi cabeza. Al final de la tarde no tenía claro si todas esas palabras iban para el jóven o si mis quimeras volaban junto aquel pájaro. La habitación también duerme.<br />
<br />
La vida seguía tendida. Observo a la gente del barrio, leo el mundo a través de sus miradas. Pocos reparan en los claveles que se descuelgan de los balcones, en los escaparates de los kioskos. Eso claveles saludan al nuevo día porque alguién silenciosamente los riega. Éstas son las únicas señales de tráfico que importan. De idiotas es plegar los ojos ante la belleza de los cotidiano o esconder la rabia contra la injusticia. Pocos barren el portal y reciclan lo que esconden sus recogedores, pocos cruzan un saludo de buenos días para comprobar si la maruja del segundo lo lleva de postizo. En sus vidas pasa lo mismo. Desayuno en un bar, comparto tostada y aceite con los abuelos que no tengo en la ciudad. Hablan, discuten entre carajillos, se enzarzan contra Mourinho,comparten miradas... comparten. Quizá sea un objeto extraño en su rutina diaria pero cuando departimos siento cómo recuestan su cabeza sobre el hombro, y comienzan las preguntas, a veces les falta darme un caramelo. Cuando hablo siento que me toman la lección. La gente que no se hace preguntas muere cada día un poco más. La gente que no vibra, no se contradice, que no se desnuda no me interesa. Hay gente que se besa frente al espejo y no se reconoce a pesar de que lleve el smartphone repleto de semidesnudos. Y ésa es la misma que se consume lentamente... y nunca podrá dejar huella. Los domingos los únicos ríos que cruzan la calle vienen de la orina del malvado, del asesino de las letras, de jóven aprendiz de la nada que todavía no puede contar algo interesante que le cierre la boca. Me molesta el olor. Todos alguna vez hicimos algo parecido. Y sólo se puede caminar si hemos aprendido lo que nos llevó a errar. Perdonar jamás puede ser divino.<br />
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Salí del bar y me encontré con una pareja de ancianos. Andaban discutiendo pero sus manos entrelazadas se aferraban a la vida con la firmeza del bastón de mando, de un general imaginario que se aferra al poder. Él suspiraba mientras ella refunfuñaba con cierto desdén y le leía las tablas de Moisés con una estridencia inusitada. El hombre se frenó, unos segundos de mirada estatua, y le clavó un beso. La señora le contestó que siempre las discusiones terminaban así... Estaba seguro que se juró así mismo que sería el Clark Gable de su propia vida. Quién no soñó con que cualquier guerra terminara con una flor clavada en el cañón.<br />
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La vida seguía tendida, y ya no goteaba. Me recordó a un beso con arena que el tiempo retrató en la piel de la memoria. Hay fotos que abrigan como el sol en la noche más fría. Y sé que todavía es real porque si cierro los ojos lo podría repetir. Sé que andas cerca porque escribo mientras el viento y la distancia ordena lo demás. Y no eres un recuerdo ni estas cerca del olvido. La foto estaba en una caja de madera. Se le puede robar a la tragedia una sonrisa, y eso jamás impedirá amar, amar sin más ley que la del deseo y alejando la carga de los buques perdidos sin olvidar quién rescata lo vivido. Se mira al mar porque en Madrid yo puedo ver el mar. Sigue aquí enfrente, cerca de una luna dividida, pendiente del baile de unas cortinas al igual que mis caderas. Las sábanas están sin estrenar, los pies limpios a pesar del camino, los dientes cepillados. La mochila llena de libros. Recojo hojas secas cuando paseo para poder pintarlas, y compro postales y tengo apalabrado con mis ganas un par de destinos. Uno vive en los lugares donde ama. Y amar jamás se podrá conjugar en pasado. Todo era de los otros o de nadie, eso era antes<span style="color: #222222; font-family: serif; font-size: medium;"><i>.</i></span>Hay miradas que adivinan, silencios que desvelan, calles que te envidian y abrazos que regresan. Olvídate del mapa pero no te olvides del tesoro. Y sé que vendrás, y créeme, no me importa cuándo.</div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/2-8n6rTH6Ns?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<br /></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com4Madrid, España40.4166909 -3.700345440.2232694 -4.0162024 40.6101124 -3.3844884tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-23607364923381857842011-10-07T11:09:00.000-07:002011-11-09T03:40:11.177-08:00Memoria de rayuela<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg20anCJVk8jdzqffoibSHWnptg3YlqOrByyKH7vX5Ml9yag2USd-nEAq5UKSQuC1qHs8B7TMqqd1QV8QGlb65hHIRgCkWzjhRMfMoUFU_bAjiP5bauUo77HWo8AT4uhzZ_GWjRPTjxCpg/s1600/rayuela+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg20anCJVk8jdzqffoibSHWnptg3YlqOrByyKH7vX5Ml9yag2USd-nEAq5UKSQuC1qHs8B7TMqqd1QV8QGlb65hHIRgCkWzjhRMfMoUFU_bAjiP5bauUo77HWo8AT4uhzZ_GWjRPTjxCpg/s320/rayuela+%25282%2529.jpg" width="240" /></a></div><div><br />
</div>Pensaba que era Septiembre.Todos en las calles se pierden. Planes distintos. Diferentes caminos, esquinas parecidas.Un café con los amigos, dos viajes a la librería para robar el nuevo de Houellebecq, portales repletos de botellas maltratadas, publicidad sin corazón de restaurantes a los que nunca iremos. Siempre nos gusto comernos en casa. Madrugo y pego tu fotografiá en la mesilla. La noche despista al despertador, el traqueteo de mi almohada desgastó el pegamento y se deslizó entre mi espalda, esos ojos quedan intactos. Lo que tu me has dado vale más de lo que puedo pagar, y no me importan lo que digan, creo en ti. Eso es lo único que llevo en la cartera. Disfruto al ver a esas mujeres sin edad, sus caras son mapas en el tiempo, pintadas hasta la patilla, regalan un saludo donde antes daban un caramelo de café. Sus carteras son distintas, más pequeñas, ciertamente desgastadas y no porque conserven el regalo de cumpleaños de los nietos. La gente respira diferente, adivinas entre el parpadeo de una ciudad el lenguaje mudo que no se aprende en los colegios siquiera en la guardería. La gente suda de manera distinta, el euro es distinto aunque sea la maldita misma moneda de color plata que mis primos siguen poniendo en las vías del tren. Resulta que las monedas de 20 duros resistían en silencio los envites de los trenes de mercancías, primeros nuevos media distancia que te acercaban a Madrid en pesetas. Los abrazos, los besos sin caras, la felicidad de muchas personas andan perdidas en cuentas absurdas donde los números coloreados en rojos sobre papeles salmón, lo manejan todo. Embusteros que reparten una tarta podrida entre desahucios, platos sin comida, bocadillos sin sentimientos, portadas repletas de miserables que toman el mañana como un sudoku de mil cabezas. A pesar de esta tormenta, nos queda todo lo demás.<br />
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</div><div>Hay algo que no cambia, prefiero sentarme frente a un grupo de enanos a pesar de que el mundo apple, y los nuevos tamagochis pinten en el asfalto aquellos cuadrados de números, esas rayuelas interminables y distintas. Aquellas que alegraban el patio del colegio, nunca se olvidan. Las prefiero antes que fumarme un bar entre camaradas que se parten el pecho en una partida de dominó. Prefiero jugar con las piedras, desear que le toque par a la chica que te gusta, te coja el hombro y descanse en el último salto frente a ti. Así las malditas mariposas quizá puedan críar.<br />
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</div><div>Todo es distinto, todos es lo mismo. Las esquinas guardan algo más que una historia; los besos son los mismos si cierras los ojos. Los portales siguen teniendo fonoporta. El viento sopla. La cámara reflex revela tus fotografiás. No pido más de lo que me das. Si escribo tu nombre en un árbol es porque algún día serás libro. Empiezo a montar la estantería.<br />
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</div></div></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-67899341593728191242011-09-29T00:44:00.000-07:002011-09-29T08:41:27.074-07:00Ventanas<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ32wHsoNxQ_NpoO_0_aYIwvNYQgHVCL9wjOsKzZxNUG3QR8rJsCAimmwOoiDE17EqKKvU3BqohdmO2FRJIXebtnnmmOKMB9jScfPWIrCg2DlApLP9VNwX-fvfRxuo32YtEbMtd4Y_qSE/s1600/camasVacias.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ32wHsoNxQ_NpoO_0_aYIwvNYQgHVCL9wjOsKzZxNUG3QR8rJsCAimmwOoiDE17EqKKvU3BqohdmO2FRJIXebtnnmmOKMB9jScfPWIrCg2DlApLP9VNwX-fvfRxuo32YtEbMtd4Y_qSE/s320/camasVacias.jpg" width="320" /></a></div>
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Me escribes amor, cojo un avión, maldigo a la desmedida realidad de septiembre por verte. El día miente desde el espejo del coche, las ganas se refugian en gotas de lluvias que pronto abrigarán tu ventana. Conversaciones como luces intermitentes, brisas acariciando tu pelo, huellas que no son el destino pero que stán escritos encima de nosotros, bailo sobre tus huellas.<br />
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Sé que tus palabras con la distancia no poseen este tono lujurioso que traducen tus ojos cuando a los dos sólo nos separa un suspiro, que los aires perdidos de tu pelo guardan espacio infinito para mi abrazo, besos de sótano sin luz donde me esperas sin que nadie nos espere. Por fin mañana cuando se despierte el día entre tu "puedes pasar" a medias y lágrimas sacadas de contexto sentirás las flores golpeando tu pecho, se descifrará el crucigrama que las calles tejieron, se abrirá el abanico al igual que el amor que llevamos en la boca. Este tipo de historia pierden valor cuando se cuentan con palabras. Así tendrá que ser, bajo la llave secreta de las miradas, las manos intensas del deseo, lunas al fondo de tu falda.<br />
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Pero también sabemos que sería una mentira olvidar esas palabras desnudas, inventar su cadaver en el bar de la esquina, desprender pétalo a pétalo los besos que vendrán, pronto y que alegrarán la cama, la casa vacía, las canciones que se escriben a oscuras entre jadeos, suspiros, temblores.<br />
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Vengo sin idioma, sin palabras voy hacia tus esquinas. No se me ocurre decir nada pero supongo que hablaremos desnudos sobre esto, algo después ,quitándole importancia, ojos cerrados en un abrazo. Tus manos y las mías, y las dudas se irán con el desayuno.</div>
Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-31453000516056698702011-09-04T14:49:00.000-07:002011-09-04T16:21:32.643-07:00Invisibles<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD57rrWN9FqFos-18AC_nEXDN-HNjMj20u7wrgM9Rgva57GmvnxYaImskA1_tM2c_FAFVXT3_2ODs1nFggddkKyeQen9T47C_ZUGw5Z4SxENhni1XImUZTIciRz6plZ8ffwaxJjUm6SCM/s1600/abrazo+esqueletos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">I<img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD57rrWN9FqFos-18AC_nEXDN-HNjMj20u7wrgM9Rgva57GmvnxYaImskA1_tM2c_FAFVXT3_2ODs1nFggddkKyeQen9T47C_ZUGw5Z4SxENhni1XImUZTIciRz6plZ8ffwaxJjUm6SCM/s1600/abrazo+esqueletos.jpg" /></a></div>A Cristina.<br />
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Pasamos de largo incluso de nuestras propias vidas, no es sólo un error. Quizá sea una pequeña condena invisible para ser feliz. Un día, perdido, certero, olvidado, un día cualquiera qué mas da, bajas las escaleras de siempre, ciego al trabajo, con retraso a la universidad, sin almuerzo a la guardería, maldices las noticias o apuras 10 minutos en la cama. Y así hasta que de repente, te topas con tu propia sombra. Miramos sin ver, pisamos sin sentir, contamos los besos que deseamos dar, escribimos lo que no queremos escuchar. Incapaces de sacar las lágrimas de colores que viven adentro. Necesarias que te abren la sonrisa, que crecen, crecen porque es lo único verdadero que probaremos.Y es cuando despierto a pesar de tener la cara limpia, el traje planchado, la barba controlada y te vienes abajo, fijas la mirada, te pierdes en el horizonte y te inunda la tristeza. Tristeza convertible, transformable, reciclable gracias a ti, y a ti, versos sueltos de una tribu indemostrable, amigos de tragos, noches azules, días grises, las únicas fronteras necesarias de sentimientos limpios, palabras precisas, canciones inolvidables, abrazos que duran toda una vida.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><br />
No hay despertar sin riesgo, y nuestra cobardía a la hora de afrontar páginas que no saben a hierba nos separan de nosotros mismo. Como una fuerza impresentable, latente, nos cuesta horrores localizarla, despreciarla y subirle la falda. Algo que nos despista, y nos separa, y nos arrastra a olvidar los geranios que vuelan a nuestras espaldas, pensar sin artificios.. Mano hermana open24hours, cable a tierra, flores diminutas de la vida, tabla de multiplicar que convierte el deseo en realidad.<br />
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Baja la marea, sube la marea, saltas la valla, abres los ojos. Se descubre lo que importa, lo que te quema, lo que arde. Mujeres, hombres, detalles, pasiones que te hacen único, eterno. Y cuando llega ese momento, aprendes que el único ingrediente necesario es la humildad. Serás feliz como desees, no sólo porque lo improbable te persiga. Lo hicieron porque sabían que no era imposible.<br />
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</div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-24899572876872245892011-08-29T16:57:00.000-07:002011-08-30T02:42:22.288-07:00El balcón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE8zDVBc-4Yakm8HP5qGUoWIlP84CiqnZtOCnL-2gBHyTiDWLR7E0jJZ9ZaYHX2LQv43j0cHOXxR5wpHU_3DFx4X-DWrSF_UJRlUqWk6ZIWaHYIjcTkkFJkunCjRBGQT961zuhDcYumUo/s1600/HombreBalcon80.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE8zDVBc-4Yakm8HP5qGUoWIlP84CiqnZtOCnL-2gBHyTiDWLR7E0jJZ9ZaYHX2LQv43j0cHOXxR5wpHU_3DFx4X-DWrSF_UJRlUqWk6ZIWaHYIjcTkkFJkunCjRBGQT961zuhDcYumUo/s1600/HombreBalcon80.jpg" /></a></div>Arden los teléfonos, los balcones del barrio están cansado pero en los mapas que dejaron encima de la mesa se guarda el tesoro, y unas estrellas secretas que pocos conocen. Verano: rachas que quieren volar, breve susurro al final de la calle. Los enanos de siempre rompen las pequeñas ventas de la oficina de Correos como se ha hecho toda la vida. El bar de la esquina sigue como siempre, el menú no se cambia, no admiten sugerencias; las litronas en tiempos de sequía se beben de manera distinta, y ya poco importa que sean para desayuno o para cerrar una noche aunque la tribu sienta que el tiempo no existe. Existe un joven apuesto, asomado a la ventana. Recuerda la triste coincidencia de sentir el invierno más oscuro en pleno Julio. Como el caballero que duerme con una espada inservible, y se asusta sólo de pensar en cómo librar la batalla diaria de pisar aquellas calles sin el perfume de la dama que vivía en su mirada. Al menos ésa era la película que se rodaba en mi cabeza cada vez que volvía de comprar alegría en el barrio del al lado. Él siempre fumaba, incluso las últimas veces hasta saludaba descuidando la ceniza, lo que cabreaba a mi perro. Siempre vestía con camisas, descuidado pero elegante. Y supongo que las camisas eran caras. Creo que nunca intenté calcular cuánto fumaba pero era una locomotora andante a pesar de que siempre estaba clavado en el balcón. Con el tiempo me enteré que pasaba el día enganchado del balcón, no exáctamente. Enganchado a su chica más bien, por eso tenía esa querencia indiscreta a esa ventana. Regaba unas flores que tan sólo él veía, y era feliz. A su chica nunca la ví, siempre tuve claro que sería hermosa y con vestidos radiantes y de encaje, y con una de aquellas melenas que airean cualquier sombra.<br />
En un día cualquiera, día igual para los de la tribu del bar de la esquina, día distinto para el joven. La senda de nuestros pasos se cruzó en la librería. Aquello era un desierto. Nos saludamos, y me recomendó el libro sobre el que escribo. Nos hicimos confidentes de amoríos, desvaríos y cosas de poca monta entre cafés y largos cigarros que sabían a perros muertos. Eran muy baratos, las conversaciones valían mucho dinero. La librería era un oasis, al final de la tarde. Y lo que pensaba sobre él era lo acertado. Jamás conocí a nadie que tuviera tan claro lo que sentía, por eso lo defendía hasta cuando las olas de los días se revolvían en su contra, y las mareas del tiempo lo alejaban del camino. Yo no sabía, y él me lo enseñó, en la huída siempre encontramos el camino de regreso. Ésa era la lección que necesitaba. Su chica vino de no sé muy bien dónde. Él abandonaría el balcón, ahora la terraza del bar de las esquina era suya, y de la chica radiante de vestidos de encaje.Pensé mucho en lo que me enseñó aquel chico. Ella, mi chica, está a mi lado, paseo con esta sonrisa por las arenas de unos días que no se olvidan, que laten tan cerca que no distingo aquellas malditas calles en las que perdía la cabeza por su amor. Creo que jamás tuve nada tan claro. Aquí sigo entre letras que cuestan que encajen, en tus playas donde todo es posible. Tomate. Si algún día muero, llenadme el balcón de flores.<br />
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</div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-59149706198093368292011-05-28T08:10:00.000-07:002011-05-28T08:37:57.131-07:00Las horas<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ1xjAp3kCTaFetJpUaBvbGpiNbO6H_70SQo4VIjr02l4ULBpSD3B4gO9pjxYm5i5y-Y3Z9qKH__ywvDddF0CGqjaANcYgpPVbs4J9HO1bFgIeh75Vj5JgE_khwN7IBSvdQUzx8MORayg/s1600/humo-tabaco.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 277px; height: 183px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ1xjAp3kCTaFetJpUaBvbGpiNbO6H_70SQo4VIjr02l4ULBpSD3B4gO9pjxYm5i5y-Y3Z9qKH__ywvDddF0CGqjaANcYgpPVbs4J9HO1bFgIeh75Vj5JgE_khwN7IBSvdQUzx8MORayg/s320/humo-tabaco.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5611789731805089106" border="0" /></a><br />Las horas revolotean encima de la mesa. Amancecen así, esparcidas entre lapiceros y carboncillos absurdos de un pintor que se despista en cada cuadro, vacila en las acuarelas del olvido, se deshace en los pasteles de tu ombligo.Cerca, esqueletos difusos que la noche riega con con las gotas incansables de sus sombras.Una perezosas hormigas moran las esquinas, algunas se atreven a ralentizar el tocata donde Lennon siembra tempestades. Así se traman los días . Horas que nacen de una verdad absoluta anestesiada por una duda, o por miles distintas y brotan de la misma caricia aunque el paisaje torne desnudez, aquel árbol ha crecido, atiende que aquí están mis cerezas. Desnudos de champagne que en mi copa te vas llevando, siento cómo agujerea la bilis del sueño invisible, el mismo que se postra debajo de la cama sin salida de emergencia y con leve escape de gas; polvo rasgado en las vestiduras venideras, días extraños, cuerpos clandestinos que se pierden como el agua sucia que corre por la calle cuando la vieja limpiaba el portal. Las burbujas desatan las horas de la ira, las fotografía se rompen, quedan los rostros, los vivos colores del revelado, mis manos humedecen, la reflex sigue encerrada en el cajón imposible . Son aquellas horas perversas la que gravitan en este colchón, tus arañazos los escribo en hielo, y la botella de ginebra ya no se asusta. Aunque suena a la canción, no sé prefiero días iguales o días distintos. Sírvete otra, no queda nada más en este cementerio.Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-10396890803218240822011-05-11T07:25:00.000-07:002011-05-11T10:54:41.700-07:00Noche de noctiluca<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEUiiYakzERDYZXJ6cnPh9h_ueevQcyd81vzPKoH4koBieKxMRiFOmw6OX4Zd6QRjrvObBIXZ1dIisY1nzgeTYDXnTLYqnHZW-XnTCUE-OkeuMVMbP1T-6T74bWWJ_1hgz8jPfMyXKBMI/s1600/Imagen%252B002.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEUiiYakzERDYZXJ6cnPh9h_ueevQcyd81vzPKoH4koBieKxMRiFOmw6OX4Zd6QRjrvObBIXZ1dIisY1nzgeTYDXnTLYqnHZW-XnTCUE-OkeuMVMbP1T-6T74bWWJ_1hgz8jPfMyXKBMI/s320/Imagen%252B002.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5605482752673767202" /></a><br /><br /><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div>El antro de siempre. La hora de entonces. La lluvia de aquel día. Una ciudad desconocida desplegaba los aires difíciles de unos meses despistados, y estiraba la noche pendiente de un pies descalzos que no paraban de bailar. Los relojes ya no sirven para nada. Puede que fuera viernes, sábado o un diá de la semana que acababa de aprender. Quizá tenga la culpa la maestra del parvulario, nunca nos habló de la huella peligrosa de los sueños. Las escaleras desvelarían el secreto, al fondo el salón de los espejos. Las mismas caras, la barra del bar, estúpida y triste. Mi segunda ginebra reconoció que algo pasaría. Allí se daban rostros imposibles, verdades a medias, se imaginaban los primeros besos. Ella no aparecía, y yo no sabía que la esperaba. <div>La noche seguía con sus curvas, y la música seguía siendo la de entonces, tediosa entre sus dunas. Unas piernas se asoman a la pista, despistadas con corte de servicio a sus espaldas, dos mujeres a sueldo estiraban su pelo. Un oasis delicado con palmerita. Te ví y me perdí .Necesitaba esa isla desierta. Hablaríamos de lo de siempre, esta vez sin ropa aunque aquella camisa te quedara tan bien. La noche crecía como la flor subterránea del deseo. Atrás quedaron soledades inútiles, y lágrimas que no desembocaban en mar abierto. Tantas letras que juntábamos sin querer. Cuántas horas de sueño robadas al borde de tu boca. Las lista de canciones perdidas que aprendía cada mañnan entre olas prohibidas con playas inventadas donde la arena no era lo que importaba. Noctiluca es una especie de ameba que da luz y en el Cono Sur cuando los días se acaban y se iluminan de esta manera, las gentes sueñan, y hablan de noches de noctiluca. <div><br /></div><div>Unos temblores que supimos reconocer a tiempo y tu ropa cambiaba de lugar. El sismógrafo de la madrugrada de nuevo averiado. Pregúntale a tus tacones, quizá tengan la receta precisa. Sólo entiendo tus manos como espadas, y tu cama como un ring de boxeo. Dónde tu te pierdas que me encuentren a mí. No hay final mejor que aquel que no acaba, sigo sumergido en aquel beso.</div></div></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-31004304674128336842011-04-10T09:41:00.000-07:002011-04-10T11:53:02.632-07:00Cae la tarde<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitQ7rIwjmvHZo3iL7eQFRMhWQDCMHSGxWoDkXmXjsgqsQPLRLrnhyphenhyphentsLr9BRXduMbv9bcfGAfIwxad2yfvBROwcerrGWrYHFkOZnRMvrMC_4kpqZaWnhH3eSEBcorpne36Hm2FB2apckY/s1600/IMG00234-20110410-1951.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitQ7rIwjmvHZo3iL7eQFRMhWQDCMHSGxWoDkXmXjsgqsQPLRLrnhyphenhyphentsLr9BRXduMbv9bcfGAfIwxad2yfvBROwcerrGWrYHFkOZnRMvrMC_4kpqZaWnhH3eSEBcorpne36Hm2FB2apckY/s320/IMG00234-20110410-1951.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5594026926900938194" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cae la tarde. Te espero impaciente. No es ninguna novedad. El sol desmonta la cama y el cuaderno suda de la emoción. O de los nervios quién sabe. Las sábanas vuelan por la habitación adictas a tus maneras. Recuerdan las huellas de una noche mojada por los sueños de siempre que todavía hoy ocupan la cartelera de estrenos de la semana. La gente ya habla de taquillazo. Siempre es todavía en esta casa. El reggaeaton se confude con un programa nocturno de deportes. Baja el volumen, acércate, media vuelta y ... El reloj-despertador, algo adelantado habla. 3.00 a.m. Tu espalda, desnuda y eléctrica me devuelve al camino. Los pies, danza prohibida en silencio. Las manos, siempre abrazadas, despistan a los únicos pájaros que saben cuándo amanece. Tu ríes, disfruto y silbo en la escalera, al sur de tu ombligo, allá dónde se cruzan los caminos...</span><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">La ventana de la habitación siempre estuvo abierta aunque de primeras se viera el cartel del cementerio. No tiene nada que ver. Algo más a la derecha se encuentra la Cuesta de las Garrapatas. La que acaba en unos cielos que invitan a perderse entre horizontes de acuarela, alarmados por el coral y el color de la alegría. Buen sitio dónde aparcar la brújula absurda de la prisa, la que tanto nos aleja de la Utopía. Imprescindible estar enamorado para andar por ella. Aviso. Existe un detector camuflado entre las figuras de tetris que separan la calzada del carril bici. Desconozco a qué castigo someten a los solitarios que lo intentan. No entiendan esto como un prospecto pero más vale avisar. La pendiente lo exige. En esta calle los perros se sienten orgullosos de sus compañeros de viaje. A veces Cleopatra me lo demuestra . Me riza los cordones de las zapatillas. Se siente como Romario y regatea los pasos que tú y yo vamos trazando. Gime tímida, revolotea entre los bancos de piedra. Es una manera bastante poética de sonreir. Es una de esas compañeras inconfesables. Siempre trae buenos consejos con los que llegar a fin de mes un poco más suelto, buena estratega, me asesora para conquistar a su dueña, compañera de siestas entre poetas malditos y puertas entornadas. Y tan agradecida siempre.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cae la tarde. Cleo avisa. Los cielos de Salamanca desconocen la próxima huída. El abrigo encuentra sitio en el armario. El cepillo de dientes planea nueva pasta. Cleo me pide audiencia, y la Cuesta nos espera. </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Nos ocupamos del mar, y ella mientras riega lo escondido.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Guau, palabra de amigo, amiga.</span></div><div><div><br /></div></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-20506298202260084802011-04-06T03:48:00.001-07:002011-04-11T12:01:44.320-07:00Las calles están ardiendoY de nue<span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">vo en primavera. Se desnudan las calles, los naranjos comienzan a contar verdades, el barrio se llena d</span>e escotes,la gente se resiste a cruzar los portales. Se intesifica el tráfico en el Parque del Oeste de intrépidos carricoches, de motos a pedales capitaneadas por enanos adictos a los colores de abril. La cerveza comienza a ver la luz en los jardines de la Facultad, el Club Rabat conserva la flor del mediodía, a los apuntes se le olvidan los borrones, incluso se divisan ciertos plannig de exámenes a la vista, las uñas de las manos pierden enteros, los libros de Derecho se amontonan en el escritorio junto con los de Historia pero no tapan, jamás, esa foto con la que tu pelo desataba el viento ... y mis días crecen a la velocidad de tu sonrisa.<br /><div>Abril siempre supo a esperanza. Creo que es el único mes que necesito esperar con bendita ansiedad. Cada abril es una bocanada de ilusiones, de rabia precisa para compartir sueños. Esa sensación de ver el borde, la orilla, la esquina de algo bueno que vendrá. Quizá porque sea la antesala del verano o simplemente porque sea abril, no hay más. Es isla perdida para optimistas y pesimistas, sólo hay que mirar los periódicos, verle la cara a Rajoy o Zp, a la tribu del FMI, o a los canallas de TeleMadrid, no hay más.</div><br /><div></div><br /><div>El frío ya no golpea en la noche pero el semáforo en ámbar me recuerda que todavía, incluso en abril, Marc, mi vecino, hace la ronda por los supermercados de Chamberí para ver si pilla algo caducado. Compra pan de dos días por 10 centimos porque invierte sus ahorros en suelas de zapato, experto en las colas del INEM, y en detectar a mil kilómetros la misma invitación: "Deje aquí su curriculim, ya le llamaremos". Patrick sigue sin vender una "Farola" pero su sonrisa abre todas las mañana la calle Gaztambide, y hoy no estrenará ropa. Abril también tiene sombras. Y hay que aprender de ellas mientras tarareo la lista de sueños por cumplir. Y por aquí, se huele a ti, no hay más.</div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-22703936174366101222010-09-08T04:38:00.000-07:002010-09-09T04:38:57.945-07:00De noche. Todo late lento. El tiempo templa su suerte acordonado por la tristeza. Los fuegos de los lugares comunes despiertan tristezas encontradas, maldicen estos nuevos atardeceres si no descansan en ti. Deambula al borde de abismo , aquel que el alba diseña , tan fiel a su cita, sin esperanza. En el final de este pasillo de paredes invisibles participa, a modo de aliento inútil, un grafitti hecho con la cordura que previene el más sincero destierro.<br /><br />Nada fluye, todo permanece, y crece en espiral. Al menos guardo en tus ojos la felicidad de mi alegría.Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-54837778247328835562010-05-30T19:30:00.000-07:002011-04-11T14:42:15.343-07:00Pablo y sus abuelitos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QBAh-OCOeMfYm2LtIhGbli3VhrutVu9bYhhEYqegs7KOc7rRcCHtU-BAuaRl35_Kob0bxrw5qilvJxan6m0Pgur9SAU28MhYG10BPMJMZYL6D9fXQf-UgAKiDyoZd0YsQHWAljtPDSc/s1600/250206memoriaEsparto1.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 272px; height: 224px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QBAh-OCOeMfYm2LtIhGbli3VhrutVu9bYhhEYqegs7KOc7rRcCHtU-BAuaRl35_Kob0bxrw5qilvJxan6m0Pgur9SAU28MhYG10BPMJMZYL6D9fXQf-UgAKiDyoZd0YsQHWAljtPDSc/s320/250206memoriaEsparto1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477264885943346994" border="0" /></a><br />Cieza es una de esas miles de esquinas que teje el tiempo a su antojo. Quizá sea el mapa necesario para confundir miles de sentimientos. O un laboratorio impreciso, tan necesario como invisible, a veces.<div>Comentaba Vallejo que la verdadera sangre de un pueblo es su propia historia. Algo más tarde Salvador Allende contestaría que la historia era nuestra, y que la hacían los pueblos.<br /><br />De buena mañana, la alegría paseaba cerca de un nieto que agarraba a su abuelo como si la vida dependiera de ello. La seguridad que da beber de la experiencia.</div><div><br /></div><div>El jodiano, no paraba de preguntar cuál era la diferencia entre un pueblo y ciudad. Pablo era el nieto remolón que siempre quería la última golosina, de los de ahora ( aunque lo desconociera defendía la memoria).</div><div>Antonio, que no conocía el no por respuesta, era la causa y a su vez el azar de una vida injusta hasta que, en la sed de Francia, chocó con la abuelita de Pablo, Dolores.</div><div><br /></div><div>Pablo alucinaba con la historieta de las manos del abuelo. Siempre se ponía igual de pesado. Después de birlarle la última golosina, le sacaba de la boca aquello de los mazos de esparto, de cómo con 15 años el Camino de la Fuente y esas malditas máquinas moldeaban sus dedos. Incluso, cuando pedía más detalle, el abuelito le contaba algo de la espartosis o de los maravillosos bocadillos de Cazante. Incluso desvelaba el secreto de las empanadillas de Mariano.</div><div><br />Pablo, no sabe todavía lo que es el hambre. Ni se imagina la desesperación que provoca. Tampoco entiende la necesidad que tuvo su acompañante de marchar a Francia. Que si a la vendimia, que si a la fábrica de Renault o a talar árboles en Córcega para que los suyos tuvieran un poquito más de leche en polvo, y olvidar las tórtolas de colores... Ni cómo tuvo el valor de dejar a su abuelita en Cieza con lo guapa que era. Aquella mujer con aquella mirada. Con tanta dulcura.</div><div><br />Pablo, es un experto en fotografía. Incluso se defiende cuando le da por jugar con su bombardino. No olviden que tiene 12 años. Casi todos los domingos, merienda con los abuelos. Siempre repite con lo mismo, de sobra sabe lo que quiere. Después de pegarle el palo a la caja de galletas y reponer la caja de caramelos. Rebusca en el escritorio del abuelito. Encuentra de todo: sobres con direcciones en francés, recortes de Le Monde, algún que otro franco, un par de lágrimas: heridas de un tiempo que nunca se olvida. El material perfecto para construir la próxima odisea.</div><div>El bureau tiene un cajón con una pequeña cerradura. Pablo tiene la llave de la inquietud. Y no se cansa de ver fotografías en blanco y negro de personas asustadas, con ropas pasadas de moda, entre paisajes y sentimientos contrariados con un París insólito, perfilado por la poesía de barricadas que guardaron tantos sueños. Al fondo, Dolores y Antonio no paran de llorar. Ninguna palabra puede recortar la amargura de sus lágrimas. Pablo sigue pidiendo explicaciones sobre los ropajes de los colegas de antaño. <div>Dolores y Antonio hallan la respuesta a tanto sufrimiento. Pablo, con la mirada algo aturdida, mira expectante a sus abues. Aguarda las palabras un par de segundos, hasta que su ingenuidad se manifiesta para cambiar de página: " No lloreis. Os quiero mucho. De acuerdo, nunca más rebuscaré en el cajón".<br /><br />Antonio también le contó a su nieto, la historia del hombre bueno que le regaló a Cieza un hospital. Hoy, tuve la suerte de compartir destino con Pablo. Al acercarnos a Cieza, comenzaba a explicarme lo bonita que era la Atalaya (de su pueblo). Y que por favor bajara con él al río a pegarnos un buen chapuzón.</div><div><br /></div><div>Quizá, a partir de aquella tarde, las fotografías cambien de color, de protagonistas, de escenario. Y empiecen a sentir la alegría.</div></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-82596988067731007802009-12-08T18:35:00.000-08:002010-05-17T16:44:53.112-07:00Juliette<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc0JW5Bydj0crPQZHSf0eQHNGeabycj5ythVOgUCYjsJYTKep9N2rJx_05q8_tvSDOxF3vkTo4CiVjLYoHnMnvZphpyOYUCQOhb1nF_9le3HCvAXDeiBqBTUi7FEXJWY3eKSGz6FVHtOk/s1600-h/brig+bardotte+boobspinktowel.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc0JW5Bydj0crPQZHSf0eQHNGeabycj5ythVOgUCYjsJYTKep9N2rJx_05q8_tvSDOxF3vkTo4CiVjLYoHnMnvZphpyOYUCQOhb1nF_9le3HCvAXDeiBqBTUi7FEXJWY3eKSGz6FVHtOk/s320/brig+bardotte+boobspinktowel.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5413084652133605106" border="0" /></a><br />Sonaba el despertador a modo de "toque de queda". La noche anterior fumó algo más que mil cigarrillos, aún así necesitaba el oro verde para no confundir el aire fresco de la mañana.<br /><br />Al otro lado de la cama, un quejío aturdió su amanecer. No recordaba el etílico plan que diseñaron sus manos, ni en qué boca pasó la noche pero sí cierta escena de un servicio con doble espejo que no perdonaría al protagonista. Al menos pudo sentir la resaca de una farra histórica. Las botellas de Cardhu invitaban a sumarse aquel homenaje: damas jodidamente preciosas y empolletadas para el "affaire", música de Cohen, literatos en calzoncillos, y pintores afilando cuchillos. Todos jurarían que aquella cita pareciera estar diseñada por el enano de Toulouse -Lautrec en el París del escándalo.<br /><br />Desveló su entrepierna la dureza de aquella dama, y la senda pintada de placer que desdibujaba sus olorientas sábanas, las mismas que no cambiaba hasta que el frío las tornara en amarillo viejo. No sabía qué coño hacía allí.<br /><br />Y robó a Buddy Holly la fuerza de "Crying, waiting, hoping". Lloró un rato, incrédulo, mientras la silbaba; secó su rostro atracándose un tapón de Dyc. Recordó, ese era su verdadero rezo la vagancia de madrugar. Se giró, persiguío con su hombro la senda: allí seguía ella.<br /><br />Él seguía mirándola. Retorcía el ceño con el afán de asombrar algo de lucidez a aquella escena. Se puso de nuevo, intentó recordar. No tardó en volverla a dibujar con sus dedos, hasta que su meñique interrumpió el canto de la dama. Truncó los ronquidos con un pulsar seco que sonó como un signo de interrogación.<br /><br />Ella, una lolita algo pasada en carnes. Su salvaje cabellera guardaba un rostro pálido, de virgen de Murillo. Llevaba tatuado a Vallejo, curioso. Al sur de su ombligo se descubría un verso enigmático: "<em>Murió mi eternidad</em> y estoy <em>velándola</em>." Su pezones incluso superaban a los de Bardot.<br /><br />Aquello cerró la interrogación, y mostró la admiración de su pene. El eco de su mirada le hacía resbalar entre esos muslos; verdaderos mapas de intensas batallas . No pudo parar, su silencio abrazaba cada paso estúpido que daba. Con él, resolvía las penúltimas dudas. Dejó que su reloj matara el tiempo, así el tacto planearía como único idioma. No volvería a pronunciar palabra hasta que le quitó un Coronas. Se puso a trasladar nuevos aires a la habitación, le jodió el último cigarrillo de la estrecha cajetilla.<br />Sus primeras palabras fueron dulces. Se preguntaba, con un marcado acento parisino, la procedencia de aquella mierda de colchón que tenía. Más tarde, recabaría en lo absurdo de la escena. Él quería seguir soñando su tatuaje, con el pretexto de poder sellar con su boca los tres puntos seguidos que le faltaban... que él creía que le faltaban.<br /><br />Juliette, que así se hacía llamar, consultaba con sus uñas la belleza de sus manos.<br />Empezaron sus elegantes yemas a surcar los valles de su rica anatomía, al ritmo de una melodía, que casi sin querer clicó el melómano. "Ball and chain" de Janis Joplin. Los mares de su espalda arremetían contra las olas que forzaban sus caderas. Él, impávido veía aquel sainete con cierto nerviosismo, esperando que aquellas manos clamaran la presencia de su cuerpo. Seguía la quebrada Joplin insuflando aire melancólico. Juliette utilizaba con más precisión su otra mano, en danza canibal, enseñaba la raíz de aquel tatuaje. No paraba de tocarse, volvió a subir algo más que la pulsación del pintor. Porque él, al menos jugaba a ser pintor.<br /><br />Tocó su malherida barba con el pulgar, selló sus labios mientras cantaba la última de Serge Reggiani. Se volvía ciego, ya no importaría el color de las sábanas o si el tocadisco quemara su último cartucho, sostenía entre sus manos la dulzura de Juliette,la fruta fresca camuflada en carmín de sus carnosos leviatanes.<br /><br />Y entre sus piernas...<br /><br />Volvería a sonar por segunda vez el despertador, y esta vez no perdonaría. Desperté eso sí, no con Juliette sino con el rastro de un sueño que sí cambiaría el color de las sábanas. El nuevo día para colmo amanecía con un exámen de "Filosofía Política Contemporánea". Y a Juliette la esperaba en mi ombligo. "Juventud, divino tesoro".Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-89738983301961675452009-11-23T17:27:00.001-08:002009-11-23T17:28:57.384-08:00Nos siguen matando<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Los asesinos despertaron<br />de sus pesadillas<br />y transformaron la realidad<br />en paisajes macabros.<br />Cargando su imbecilidad y sus cañones,<br />disfrazándolos de tristes diamantes,<br />como aves rapaces<br />mataron otra vez<br />a la santa inocencia<br />que dormía ingenua.<br /><br />Sin escrúpulos, sin razón<br />apuntaron desde su locura<br />a lo que queda del amor,<br />a la noche de Gaza<br />y a su hermosa Luna.<br /><br />Ellos siguen andando en sus tanques<br />en su desierto venido a infierno,<br />el mismo que camino el de Nazaret<br />pero él descalzo y con un Sueño.<br /><br />Ellos siguen justificando la tragedia,<br />culpando a los locos y a los niños<br />que los atacan con piedras.<br /><br />Ellos en tanto, disparan sus misiles<br />como democrática respuesta,<br />que les permite un decreto<br />de una constitución perversa.<br /><br />A todo esto, caen fusilados<br />niños, mujeres, hombres, ancianos.<br /><br />A todo esto,<br />no sé como llamarlo...<br /><br />¡me mataron otro día!<br />¡me siguieron matando!</span></span></span></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-18640230145616975392009-11-19T05:43:00.000-08:002009-11-19T05:55:06.532-08:00Noche cruzada<div style="text-align: justify;"><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Fue una de esas noches de sábado. bBuscando un cuerpo donde refugiarme del exilio que me impone la vida. Yo caminaba cruzando todas las aceras, y las luces de neón me hacían guiños obscenos. Pero yo seguía mi rumbo perdido. También era una noche de funeral, con el vino y las rosas que me dejó prestadas Ismael. Pero no tenía a nadie para brindar mi derrota. Y encendía de agobio cigarro con cigarro, y me quemaba las llemas de mis dedos, pero estaba insensible al dolor. Cuando de repente, encontré un bar, de los que en vez de invitar a que entres, parece que intimidan. Pero estaba tan desesperadamente solo y hastiado que decidí emborracharme allí mismo. Para olvidarme de tanta derrota.<br />Aquel era un bar muy propicio para los que llevan en la piel la estima imborrable de los perdedores. Cutre, viejo y sucio: era perfecto. No recuerdo ahora su nombre, quizá no me importa. Yo sólo quería morirme bebiendo. En la intimidad a solas con mi fracaso.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > Y entré decidido, y bendita, o maldita, que fue mi suerte. Pues allí estaba ella. Yo no se si fue el principio de mi vida, o el principio de mi muerte: nunca lo sabré con certeza. Me pareció que ella era, la mujer que estuvo encerrada en aquel bar cien días. Presentí que también cubría su piel de derrotas y su rostro trataba de burlar el dolor. No se por qué pero algo por dentro me indicó que esa noche nuestra soledad podían compartirse. Aunque tuve miedo de sentir nuevamente otro rechazo. Pero si no te decides, la vida nada te ofrece. Y yo a Sabina le hago caso, porque no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió. Y ¡joder!, tengo ya tantas heridas de nostalgia.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > Yo me acerqué a la barra, y le pedí al barman un whisky doble. Si me emborrachoaba, me olvidaría de aquella mujer y algunas neuras. particulares Inconsciente así ,pasaría la noche. Bebiendo, bebiendo, y un trago más para que así mi corazón no recuerde que de soledad se desgarra. Maldita sea, allí estaba ella. Con una belleza salvaje y formas corpóreas que invitaban al pecado. ¿Cómo una mujer como aquella podía cubrirse la piel con fracaso y tristeza? Y era cierto. Yo desde la distancia sentía que así era.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > Ella también bebía, quizá tequila, para emborracharse de golpe. Yo quería emborracharme con ella. Por eso me acerqué a ella...Estaba absorta, mirando la nada; pensado en la suerte maldita que la acechaba.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > La dije:</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-¿Cúanto pide por sus pensamientos?</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Hoy estás de suerte, chaval, estoy de rebajas...</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Mejor, así me los llevo todos...¿póngame precio? </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > -. Hoy no vendo nada. Sólo quiero comprar el deseo...¿y tú que me ofreces?</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-También esta noche esta de suerte, pues tengo un catálogo repleto.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-¿Tendrás lo que quiero?</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Seguro. Para ti tengo lo que quieras: soledad compartida, amor, pasión, ternura, lujuria, deseo, ternura...¿elige lo que quieras? Para ti también de rebajas.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Entonces, chaval, también yo te compro el lote entero.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Dime entonces donde quieres que te lleve toda esta compra.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Tranquilo. Primero apuremos toda esta copa de besos; quiero emborracharme contigo.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Igual después de borrachos, olvidas donde tiene que encaminarse el deseo.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > -.No te preocupes, que el camino donde ha de llevarnos el deseo, desde hace tiempo está señalado con el fuego incandescente que de la pasión y la soledad nacen.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-Entonces de acuerdo.</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > Y así, pasaron las horas. Nos emborrachamos tanto de besos, que al final conseguimos que el deseo nos guiara porque la pasión se había apagado y no encotramos señal que indicara que el destino nos fijaba en medio de ningún dónde. Ella, sin saber como, desapareció. Al amanecer, cuando el alba me dejó sobre mi carne sus labios ateridos y el sol como un escalofrío de luz cegó mis ojos. Desapareció entre la derrota y el fracaso. Todavía ando buscándola. Vuelvo cada noche del sábado a ese bar, con género nuevo. Pero allá sólo ocupa espacios de ausencia y entonces, me emborracho de nuevo, por si ella aparece y me dice: </span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > .-te invito de nuevo a beber chaval, si me vendes de otra vez todo el lote completo. </span><br /><span style="font-size:85%;"><b> </b></span></div>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-71762513882136560622009-10-13T17:37:00.000-07:002009-10-13T17:45:43.459-07:00Salvo..Un tejado callado y dolorido, la brisa estúpida de una ciudad que no persigue a sus asesinos.Un alba obtusa que se pierde entre viejos adoquines que descarta cantar para no despertar la ira del enemigo. Miserables vidas cruzadas desconocidas, agujereadas...El ritmo de este amasijo de sentimientos dirigidos por túneles que no paran de inundarse de incertidumbre, de políticos corruptos con careta fácil. De aquella ciudad que amó Larra, de este misterio tetrapléjico que rebusca encontrarse. Una llamada al viento como límite perdido de una esperanza cada vez más entornada. Madrid, Madrid..rien de rien.Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-47483179669176563892009-09-24T03:37:00.001-07:002009-09-24T03:37:58.600-07:00.Desintegro el crucigrama que da vida a tus dudas,<br />lo desabrocho y me lo echo a la boca.<br />Lento para que no confundas mis manos, por robarte esta última sonrisa.<br />Llamadas telefónicas que bombardean el norte de mis noches<br />que siembran situaciones con cerveza o que acercan ciudades.<br />Tristezas encontradas que jamás se repetirán, porque… cuando nuestros ojos<br />bailen, todo quedará yermo, mudo con la necesidad de reinventarte.<br />Ya sabes, Neruda decía que la aventura pendía de un hilo,<br />pero tus ojos son, sigilosamente, cada vez más míos<br />y eso ni tu ni Neruda todavía logran entenderlo, saberlo o quizá superarlo…Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-91680614259134670652009-09-18T14:49:00.000-07:002009-09-18T14:54:25.877-07:00DescubrimientoLLegados a esta calle oscura del Pakistán imaginario de tu armario, la mañana cae fría aunque los 40 puntos grados centígrados te descubran que es Sweet Lost Summer. A lo que íbamos, partimos de la insensatez con el afán de luchar por tiempos perdidos que jamás conocimos; nos apasionamos en ligar contando batallas devueltas por la propia historia, o incluso cuando creemos que somos los mil hombres que nos gustarían llegar, quizá , a ser. Y pintamos nuestro pelo con gomina de euro(¿medida anticrisis?).<br />Las féminas se dejan llevar si te atreves a regalar tu mágico catalejoo, también si les das la posibilidad de jugar con tus patillas intensas, esas que les recuerdan al gran Elvis o aquel fusil que guardaba tras su ombligo. Es lo que toca right now, vuelven los 70´s, y para el próximo año los 80´s, prepara tu guitarra, y destapa la jeringa del tiempo, que Morena…Woodstock vive en tu cocina. Janis pasa, que todo está encima de la mesa.<br /> ¿Y para qué carajo queremos la Historia de la Comunicación Social si ya no estamos de moda?Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-3122710947609724912009-09-04T04:01:00.001-07:002009-09-04T04:03:00.417-07:00Me quedan dos meses, nadie lo sabe. Seré brutalmente sincero con cada una de las personas que me importan, y también con las que no, qué me importa. Sacaré mis trapos sucios al sol y servirán de mortaja de lo antiguo, de lo escrito en un tiempo que ya no es.<br />Queda un mes. Lo peor ha sido decirle a una amiga que nunca me gustaron sus versos; quemé su primera novela, la detestaba.<br />Quedan días. Me estremece la idea de perder la visión de mí mismo, de no reconocerme en mis versos cuando llegue el momento. Siento mi pasado como una sombra extraña, ya no es la mía, pertenece a otras historias, vacías de palabras; desprecié la perfección y esa decisión enfermó mi alma.<br />Queda una noche. Amanece, por fin he aniquilado mi mediocridad literaria con un plan premeditado. Soy libre para escribir. Sea ahora la exacta palabra.<br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Dgfr5k9dzfw&hl=en&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/Dgfr5k9dzfw&hl=en&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-3270580211902069212009-06-11T18:06:00.000-07:002009-06-11T18:13:03.681-07:00"Permitidme tutearos, imbéciles"Hoy le toca hablar a Arturo Pérez-Reverte, hoguera de lucidez...<br /><br /><table width="400" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0"><tbody> <tr> <td colspan="2"><br /></td> </tr> </tbody></table> <table width="400" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0"><tbody><tr><td width="8"><br /></td> <td class="firmatexto" valign="top" width="370"> <span style="font-weight: bold;font-size:130%;" >"Permitidme tutearos, imbéciles</span><br /><br />Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.<br /><br /><b>Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre</b> es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al <i>«retraso histórico»</i>. O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que <i>«el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien»</i> y que éste no ha fracasado porque <i>«es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad»</i>, entre ellos el de que <i>«los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms»</i>. Con dos cojones.<br /><br /><b>Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame</b> que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que <i>«lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres»</i>, aunque tampoco estuvo mal lo de <i>«hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»</i>. Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.<br /><br /><b>Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.</b> Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado".<br /></td></tr></tbody></table>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2714535543830620999.post-23570803672876999462009-06-01T19:44:00.000-07:002009-06-01T19:48:19.665-07:00Cuidamos del MarEntre apuntes<br />entierro el último segundo de este tiempo,<br />releeo viejas poesías,<br />suspiro entre tus manos...<br /><br />Y ella...riega lo escondido.<br /><br /><object width="445" height="364"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/ekZknfesm68&hl=es&fs=1&color1=0x402061&color2=0x9461ca&border=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/ekZknfesm68&hl=es&fs=1&color1=0x402061&color2=0x9461ca&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object>Antonio Liberatohttp://www.blogger.com/profile/15819739032768405291noreply@blogger.com3