miércoles, 13 de febrero de 2008

Improvisación












En los estanques del alba,
cisnes de luces, sobre tu cuello,
improvisan la mañana
y en el agua de tus labios
se reflejan los nenúfares
como lágrimas.
Hay una danza de peces,
jugueteando en tu cintura,
mientras el crepúsculo busca
refugio en tu piel de escarcha.

El mar vomita sobre la arena
su náusea de espuma,
mientras que con mis manos
toco su piel húmeda.
Y palpo sangre cabrilleando
impetuosa contra mi pecho
que se abre como herida de agua:
expulsando con energía
todo el enfebrecido deseo,
retenido a través de siglos
de interminable silencio.
Y ahoga al mar con ansia
de incontenible grito.