De noche. Todo late lento. El tiempo templa su suerte acordonado por la tristeza. Los fuegos de los lugares comunes despiertan tristezas encontradas, maldicen estos nuevos atardeceres si no descansan en ti. Deambula al borde de abismo , aquel que el alba diseña , tan fiel a su cita, sin esperanza. En el final de este pasillo de paredes invisibles participa, a modo de aliento inútil, un grafitti hecho con la cordura que previene el más sincero destierro.
Nada fluye, todo permanece, y crece en espiral. Al menos guardo en tus ojos la felicidad de mi alegría.
10 comentarios:
Mi primera entrada en tu blog. Le echaré un vistazo a algunas entradas... cuando logre hacer un poco de tiempo
Un abrazo, Antonio
José Carlos Gª F
Entre por el nombre del blog, lei por la frase de que en cada esquina hay mas que historias.
Hice bien.
Me gusto mucho.
Voy a volver a leer mas historias.
Un abrazo grande.
Facu.
Te he encontrado por otro blog, y después de leer,desde luego me quedo.
Un saludo
Yo también llegué aquí por medio de otro blog, un blog que aconseja blogs, entre otras cosas.
Muy buenas tus líneas. Sobre todo ese final, deja pensando, la diferencia entre fluir y permanecer creciendo en espiral.
Mucho gusto.
El instinto poético está: es lo relevante. Para más crítica, razón aquí. Saludos ciezano.
Gracias por los comentarios. Seguimos en pie.
Un saludo a todos.
Guardar en otros ojos la felicidad es maravilloso, amigo; me ha encantado leer esto. Hace mucho tiempo escuche a alguien cercado decirme: "no sé por qué sé que estoy en ti desde que me miraste, algo me dice que mi imagen se guardo dentro de ti, por eso te pido que la cuides..." Hoy pienso que sí, que esa responsabilidad moral de alguna forma supo que cuanto veía tenía un límite para no ir más allá de esa mirada que guardé un día.
Un saludo. Elisa.
Buenas cosas veo en tu blog, volveré a leer algo más.
Precioso ese pensamiento, me ha encantado, y alguna vez hace muchos años alguien me dijo que dentro de mis ojos se quedaba su mirada, que yo velara porque siempre estuviese feliz. ¡Menuda responsabilidad cuando se llora por lo contrario, por eso evito darle un disgusto!
Un saludo cordial. Elisa
Volveré.
Guardar en otros ojos la felicidad es maravilloso, amigo; me ha encantado leer esto. Hace mucho tiempo escuche a alguien cercado decirme: "no sé por qué sé que estoy en ti desde que me miraste, algo me dice que mi imagen se guardo dentro de ti, por eso te pido que la cuides..." Hoy pienso que sí, que esa responsabilidad moral de alguna forma supo que cuanto veía tenía un límite para no ir más allá de esa mirada que guardé un día.
Un saludo. Elisa.
Buenas cosas veo en tu blog, volveré a leer algo más.
me ha encantado antonio!
sigue así!
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