martes, 29 de abril de 2008

Para ti, "a tientas", señor González

















Tiempo febril, repleto de exámenes. O primaveral, como la ginebra con la que pronto brindaremos. Tiempo, donde ahora él habita con nostálgicos cantos elegíacos. Desde donde siempre mira, con su mirada iluminada, el mundo y su alborozo: la vida que no cesa de extinguirse. Con Ángel González más de uno hemos compartido más de mil atardeceres, soñado con mundos mejores, y otras muchas veces robado algún que otro verso con el propósito de enamorar a la penúltima dama. Y todavía lo seguiremos haciendo, porque no muerto el escribidor, nace el mito.
Aunque sinceramente, te conocimos gracias a un profesor de lengua y literatura de esta maldita ciudad. Le hacías levitar, y eso quieras o no, precisaba, por aquel entonces, investigación. Hasta que por fin destapamos “Áspero Mundo”, primera joya con la que empezamos a jugar. Y en estas horas, cuando la madrugada te embriagada y los cafés afloran, sientes de otra manera la inmensidad de cualquiera de sus poemas, el compromiso, la jerarquía de valores para una sociedad de Paz. Franqueza y tibieza, pasión y devoción. Un notable baluarte de la generación de los “poetas sociales” que junto con Gil de Biedma, Goytisolo, o Caballero Bonald, renovaron la maltrecha poesía española de posguerra, rescatando la crítica a pie de calle en la oscura y larga noche del Franquismo.

La brisa destapará a felices matrimonios, las hormigas harán de las suyas en tu cocina, o quizá tu hermano ande hincándole el diente al fruto prohibido, aquel con el que tanto juegas bajo tus sábanas mojadas. Pero la poesía seguirá así, ahí: sencilla, en guardia, o como dijo Gelman “de pie contra la muerte”. Como arma valiosa a la que aferrar tu enésima derrota, o el plato de partida del siguiente vuelo. Lejos, o cerca, o donde te apetezca pero da por hecho que estarás dentro de cualquier amasijo enimágtico de letras, “la vida es sueño”.

Desde la mísera oscuridad de esta habitación perdida de Madrid, un abrazo clama al cosmo, una risa a la mar, y nuestras canciones, ¿quién saben a dónde irán?
(para "La Otra Cieza, número II", revista mensual de la Asociación Cultural La Empedrá)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas, te escribo porque estoy intentando contactar con bloggers universitarios, como veo que eres uno de ellos (oseasé, de los nuestros) quería pedirte que contactases conmigo a alemanymaura@gmail.com

Anónimo dijo...

uOlap!!jeje Quee he descubierto donde se encuentran los comentarios me encanta tu blog.. me estoy preguntando si eres compositor espero Q estes estudiando muCho xQ los finales... creo Q son "jodios" pero en fin G.S. San Jorge ganador!!

no mucho mas Q decir..

me despido con un beso ENORME!!

beesiitos! tQ

silvia=)