jueves, 29 de mayo de 2008

Crucigrama etimológico














Qué querrán decir las palabras cuando hablan entre ellas en plena connotación.
Cuál será su verdadero significado, su esencia.
Se dice que una palabra, es solo el fragmento de otra más primitiva. Arrastran con ellas una historia de cambios en constante mutación. Existen milenarias teorías de que ellas viajan en el túnel del tiempo, conjugando alfabetos a su gusto, buscando una conexión del intelecto del éxtasis y la trascendencia de la imaginación.
Extrañas combinaciones de letras son las encargadas de entrelazarse para formar una palabra, algunas de ellas, solo cobraran vida cuando son descodificadas por quien se atreva a pronunciarlas. Las palabras pueden transmitir o solamente leérselas, sin que los sentimientos entiendan el lenguaje, sin significado ni definición, simplemente fonética...

Palabras que mueren de sed y generosas; palabras acorraladas y acaudaladas; palabras inoportunas y exactas; palabras de colores, transparentes e invisibles; palabras inequívocas y redundantes; palabras con principio y final, media palabra y completa; palabras gritonas, calladas, lloronas y mudas; palabras presentes y ausentes; palabras con memoria o amnesia, dormidas y despiertas; palabras ciegas y videntes; palabras en penumbras e incandescentes; palabras embriagadas e insulsas, particulares y anónimas, secas y perennes, significativas y diplomáticas, místicas y mágicas, charlatanas y tartamudas, doloridas y felices, tatuadas y volátiles, dulces y amargas, intensas y puras; palabras dotadas e ignorantes, palabras incendiarias y frontales, palabras luchadoras e invasoras, matemáticas y metódicas; palabras soñadas y delirantes, anémicas y febriles; palabras memorables, asombrosas y desaparecidas; las palabras se entenderán cuando hablan en voz alta, o quizá solo seán, eso, palabras nada más.
Lo supuesto de lo superfluo, incesante búsqueda..

miércoles, 28 de mayo de 2008

Sucio, desmejorado violín











En la esquina de este tiempo
- la más cercana de la habitación-,
habita el olvido, entre una puerta oscura
y un jarrón despierto.

Antes, cuando latías
cualquier vecina reclamaba mi sal,
o aquella paloma
sentenciaba la tarde
con vistas al mar, con tu quebrada melodía.

Los niños paseaban por mi portal,
con caras de sueños,
con lápices de colores,
con la risa en la mano.
Ahora, el camión de la basura recuerda las 7 de la tarde.


Maldita, la hora,
maldito cuaderno,
sucio, desmemoriado tras tus desvaríos.
Paganini ya no pasea
cerca, por mi bureau,
donde te descubría un sueño.

Duermes alejado
del aire que te hizo crecer,
en sí bemol,
ante la menor,
sincopado, acomplejado.



Duermo,
intranquilo, horrorizado
por el vértigo mundano,
alejado de la avaricia urbana
agarrado a tus viejas cuerdas,
imaginarias, casi infinitas,
al fin, solo mías.



Despierto,
con cara de tonto,
aunque se despida la canción,
la voz de tu coche
relincha media noche.

Tu estuche,
yermo, inundado de vacío
no cierra ni miente.
Al final de la partida,
no encuentro los dados.

Mis manos,
arrancaron tus clavijas,
el deseo amagó en ristre
mientras el poeta
vomita sangre, letras perdidas
y besos por nacer.


Madrid, entre Mayo y Junio.

lunes, 26 de mayo de 2008

Eurozona















Bruselas, a 5 de Abril de 2008

Cerca de mis dedos,
al sur de cualquier deseo, la "Grand Place" levita hiriente
en este atardecer en el que me descubro.

Orta,aquel genio del Art Nouveau pensó lo mismo:
un café en el que se sirven tés,
catedrales en las que se desatan fiestas privadas;
un país surtido en mil, aunque unido por una bandera
al son del himno de la alegría,
con estrellas y fondos azules.

Ella descansa estirada
en un hilillo de chocolate,
en sus artes tomamos el combinado más europeizado.

La arena de sus calles
lubrica el último engranaje
de este recodo sin bruselizar.

El pulmón agujereado de la vieja europa,
límite del pensamiento ilustrado,
pasea su historia a gran velocidad
atenta a sus desvaneos.

Sin dudas, sin pausas
"ligera de equipaje".


Resuda la plaza alegría, contagiosa
a veces, codo a codo
entre "inglés " y "francés".

El camarero recoge
el último vaso que resistía en la mesa.
Mañana otra batalla,
cerca de Waterloo: Brugges.
Aunque sin ti, sería un espejismo.

Construye tu propia historia















Una vez, una persona de cierta edad, que había venido desempeñándose durante un tiempo en varias actividades, tuvo que suspenderlas, a causa de ciertos factores que se presentaron y empezaron a dificultárselas de modo tal que el esfuerzo de mantenerlas implicaba un gasto de energías que ella prefería guardar para acometer otro tipo de emprendimientos.
De pronto, se produjo una situación que la involucró. Ella trató de desembarazarse pero fue peor, porque se enredó más. Entonces, manteniendo toda la serenidad de que pudo hacer acopio, analizó todos los componentes del asunto, en busca de algún punto débil que le permitiera hallar una salida.
Cuando llegó a una determinación, no obró enseguida, porque tuvo la precaución de querer repasar uno a uno los detalles de su plan, para rastrear toda posible falla o consecuencia inesperada que pudiera no haber considerado en su análisis. Finalmente, se convenció de que su proceder era el más indicado y entró en acción. Ni bien lo hizo generó una reacción de otros de los involucrados en el caso, pero ella había calculado tal reacción y dijo lo que había pensado decir si pasaba lo que pasó. Esto fue una verdadera sorpresa para los demás, y uno de ellos respondió con una frase que jamás había imaginado que podría salir de su boca alguna vez, ni en ese tipo de circunstancias ni en ninguna otra. Los demás no respaldaron ese dicho, ni de palabra ni de hecho, aunque tampoco se comportaron de una manera que pudiera interpretarse como manifestación de disconformidad en relación a esas palabras o a sus implicaciones.
De haber sido otro el momento, es posible que la persona a quien iban dirigidas las palabras hubiera replicado. Pero algo ocurrió que modificó el cuadro de modo que el tema ya no importaba.
Lo importante era lo que acababa de surgir, y eso reclamaba toda su atención. El dedicar una sola palabra a describir qué hicieron los demás sería traicionar o negar la abstracción que sufrió aquella persona con respecto a toso lo que no se emparentaba con el nuevo elemento que irrumpía en su vida.
Pero esto después cambió. Se suscitaron cosas que habrían de modificar sustancialmente el mapa político de la situación.
La principal de ellas fue que quienes habrían avalado la conducta que hasta aquí hemos venido describiendo paso a paso, estaban lejos o no tenían la disposición que otras veces habían mostrado para jugar un papel que incidiera en el desarrollo de los acontecimientos. Y sin renunciar a los principios rectores de las argumentaciones que tejía para justificar su comportamiento, la persona de la que venimos hablando, y que iba llevando el hilo de esta historia, lo soltó, rigiéndose en adelante por procedimientos inalámbricos que nos dejan afuera y nos inhabilitan para dar cuenta de los hechos desencadenados a partir de aquéllos sobre los que con profusión de detalles tuvimos la posibilidad de informar.

sábado, 10 de mayo de 2008

No me preguntes, ni sé qué hice









En lo íntimo de lo estético guarece la esencia primitiva de cualquier oda a la libertad, el próximo canto a la esperanza, o de tu maldita postura en este, nuestro y lejano atardecer. Es triste que en estos tiempos, además de deshumano, clamar al olvido con esa vana acritud que demasiados pretenden justificar. La risa se tornó en un llanto oscuro, hasta a veces casi perverso. La alegría ya no campa a sus anchas en los vastos prados de la sabiduría indefinida, sin acotaciones pero necesaria. Aquella llama de rebeldía que perseguía otros mundos mejores en ese París coloreado de adoquines, todavía hoy recuerda la esperanza crucial que, a trancas y/o barrancas nos ayudará a redefinir nuestros pasos. Por mucho que ciertos dimensionistas perdidos en el presente prediquen de la dudosa transcendencia, de la coloridad de aquellos días, tu y yo, seguiremos firmes porque, aunque no lo creas a ciencia cierta, sentimos la senda cada vez más profunda, musicalizada por las buenas ideas, por tantas historias que reposan en nuestra mesilla. Versos olvidados y enigmáticos acordes que dibujan estos mil atardeceres cargados de letras desordenadas, de causales, de amores impávidos al olvido, donde Platón usa la pluma de Bukowky, y tú no te atreves a reducir este poliedro inacabado. Hoy, donde explorar tu esfera oculta se presenta como el viaje más virginal, estaremos en guardia como Gelman, o eternizando el enésimo deseo. Sin más pero, por supuesto, si nada menos, tan cerca pero una pizca lejos. Rebeldía frente a la hipocresía.

martes, 29 de abril de 2008

Para ti, "a tientas", señor González

















Tiempo febril, repleto de exámenes. O primaveral, como la ginebra con la que pronto brindaremos. Tiempo, donde ahora él habita con nostálgicos cantos elegíacos. Desde donde siempre mira, con su mirada iluminada, el mundo y su alborozo: la vida que no cesa de extinguirse. Con Ángel González más de uno hemos compartido más de mil atardeceres, soñado con mundos mejores, y otras muchas veces robado algún que otro verso con el propósito de enamorar a la penúltima dama. Y todavía lo seguiremos haciendo, porque no muerto el escribidor, nace el mito.
Aunque sinceramente, te conocimos gracias a un profesor de lengua y literatura de esta maldita ciudad. Le hacías levitar, y eso quieras o no, precisaba, por aquel entonces, investigación. Hasta que por fin destapamos “Áspero Mundo”, primera joya con la que empezamos a jugar. Y en estas horas, cuando la madrugada te embriagada y los cafés afloran, sientes de otra manera la inmensidad de cualquiera de sus poemas, el compromiso, la jerarquía de valores para una sociedad de Paz. Franqueza y tibieza, pasión y devoción. Un notable baluarte de la generación de los “poetas sociales” que junto con Gil de Biedma, Goytisolo, o Caballero Bonald, renovaron la maltrecha poesía española de posguerra, rescatando la crítica a pie de calle en la oscura y larga noche del Franquismo.

La brisa destapará a felices matrimonios, las hormigas harán de las suyas en tu cocina, o quizá tu hermano ande hincándole el diente al fruto prohibido, aquel con el que tanto juegas bajo tus sábanas mojadas. Pero la poesía seguirá así, ahí: sencilla, en guardia, o como dijo Gelman “de pie contra la muerte”. Como arma valiosa a la que aferrar tu enésima derrota, o el plato de partida del siguiente vuelo. Lejos, o cerca, o donde te apetezca pero da por hecho que estarás dentro de cualquier amasijo enimágtico de letras, “la vida es sueño”.

Desde la mísera oscuridad de esta habitación perdida de Madrid, un abrazo clama al cosmo, una risa a la mar, y nuestras canciones, ¿quién saben a dónde irán?
(para "La Otra Cieza, número II", revista mensual de la Asociación Cultural La Empedrá)

domingo, 20 de abril de 2008

Solamente tu.













Siento el frió en esta alma vulnerable
tanto como las hojas de los parques y este otoño,
tanto como tus manos quemando mis mejillas
y abriendo aquellas nubes con sinfonía de silencios,
por qué hieren los días
y el despertar respirando, duele tanto,
como hieren el alma, fantasmas disfrazados
con mascaras de fiesta y bohemia...

Siento el sentir, el sentimiento vendido
el de liquidaciones y ofertas,
y hieren también las madrugadas oscuras
de paraderos repletos de almas perdidas,
buscando en algunos ojos ajenos
el motivo suficiente para volver a sonreír.

Y pasan por debajo de las goteras
asesinos de minutos, ladrones de universos,
y he recordado entre las heridas que deja la lluvia,
los recuerdos de ruinas y dolores,
de vacíos y luces quebradas
que no dejan ver mas allá de la neblina
he recordado que existían en otra vida
los sentimientos de amores olvidados.

jueves, 17 de abril de 2008

Es muy raro

Es raro en estos tiempos ver a un joven sentado en una bar tomando un café, leyendo un libro o simplemente pensando con la mirada perdida. También es inusual caminar sin rumbo fijo sobre alguna calle desolada y mucho menos plasmar sobre una hoja nuestros sentimientos hacia alguien.
La música se ha convertido en un acompañante ideal de nuestras actividades y no existe el placer de contemplar la melodía como tal.
De la televisión no hay mucho más que agregar excepto que se ha tornado una costumbre, una conducta, casi diría una forma de hallarse.
Las reuniones familiares pasaron de moda, las charlas con los amigos se suplantaron con los e-mails, a los vecinos no los conocemos y hasta nuestros pobres perros ya se pasean solos. Y todo esto queda inescrupulosamente justificado con la frase: "no tengo tiempo, estoy a mil".
Entonces nos preguntamos: ¿no tenemos tiempo o lo invertimos en el lugar equivocado?. Tendemos a llenar nuestra vida de una multiplicidad de diligencias que no tienen sentido pero nos ayuda a no sentir miedo.
Es difícil encontrarnos con nosotros mismos, preguntarnos qué queremos, qué sentimos, qué nos importa y que no. Porque las respuestas pueden ser fatales sobre todo en una estructura de la que sabemos que no podríamos salir. Y nos queda la opción más fácil: la de subirnos al tren de apuros y compromisos poco creíbles en donde no vemos, no escuchamos ni registramos a nadie.
Los invito a pensar, a pensarse, a indagar, a investigar, a preguntar, a inquirir, a sugerir, a pedir, y sobre todo a producir. Somos seres con toda la capacidad de engendrar, de provocar y de promover todo lo que nos guste. Y este es el momento para empezar a dejarse llevar.

miércoles, 9 de abril de 2008

Balcones










Nos metemos en la vida
como el que va por la calle,
sin descubrir los claveles
que cuelgan de los balcones.
Nos perdemos en las dudas
como el que vende el reloj
para seguir adelante
y se queda sin tiempo
al que dar explicaciones.
Nos quemamos a sabiendas
por la fuerza del pavor
que consigo trae
la evidencia mortal
que nos acompañará.
Nos quedamos sin saber
que habría sido lo que no fue,
mientras en el aire circundante
se desarrolla con precisión
nuestra realidad
que también tiene finales.