jueves, 21 de mayo de 2009

Desordenada habitación




















Y resurge en escena la vida misma,
acallada por el tormento de genios
que trataron como por perdidos estos segundos,
Vega, Benedetti...

misteriosas llaves de una humanidad que tiembla,
que guarece perversa en calma
frente al cólera de la avaricia,
con una identidad marcada por días invisibles,
hacia la deriva.

La magia de la poesía
perdió la letra callada,
meláncolica, acompasada por la heroína,
liderada por aquellos malditos ochenta.

La daga de la noche cambió de canción
a través de la brisa del nuevo verano.
Las niñas visten cada vez peor
y persiguen esperanzas dormidas en cenizas.
Volvemos a desayunar con la relatividad.

Traficantes de sueños que maldicen el nuevo día,
huellas perseguidas de las que soy preso.
De vuelta, de un sitio donde jamás nos fuimos.


http://www.rtve.es/alacarta/player/508683.html

martes, 13 de enero de 2009

Jodidos

Quizá la mayoría piense que desordenar letras perdidas cerca de la media noche sea una maldita tontería. O que sacudir los recuerdos, engañarlos con el presente y jugar a ser los mil hombre que fuimos se convierta en esa rutinante moda. Cuando tiemblo delante de esta plantilla de blogger, pienso en lo estúpido que puedo llegar a ser. Jugar a ser poeta o alcanzar al escribidor más intrépido son mágicas visionen que anidan, tímidamente, al vacio en estos mil atardeceres. Aunque el mercurio no nos de tregua y nieve por segunda vez. La estupidez ess necesaria, como los parones en seco...
Estamos jodidos.

lunes, 12 de enero de 2009

Aquella noche

El tipo en cuestión entra en el local. El ruido lo perturba momentaneamente, el tiempo justo para concienciarle de que, lo que verdaderamente necesita, es un buen trago de ginebra mientras adapta su sistema auditivo al ambiente.

Con el riguroso luto que arrastra desde hace unos cuantos siglos se acerca a la barra, donde una camarera poco comunicativa cambia su vale por la bebida solicitada. Paladea brevemente el vaso antes de darse la vuelta y contemplar la penumbra que se extiende ante él. Por lo menos esta vez no le han dado garrafón.

El cuadro es clásico. Manadas de humanos macho vagan por el local olfateando, aunque sin saberlo, el olor de las hembras. Género que, por cierto, destaca por encima de la multitud. No sabe bien si por la secrección de feromonas que al momento hace arder su corazón o por la nube de teststerona que gira alrededor de cada grupo, desafiante.

Huele ese ambiente. Cargado. Agresivo. Seductor.

Después sigue observando como si se encontrara a plena luz del día... si para él existiesen los días. Detecta varios tipos de hombres, tan clásicos como el cuadro anterior. El que bebe asustado, viéndolas venir en un rincón, carne de cañón a la que destrozar en la primera línea de batalla.

Luego está el makoki de tres al cuarto, engominado hasta las cejas, dispuesto a irse a la cama con la primera que se cruce en su camino. Drogado. Débil.

Y por último está el tercer hombre de siempre, el que no termina de gustarle. Más que nada porque a ciertas horas de la noche es el único que tiene huevos de seguirle hasta su tumba. Eso cuando, en vez de dedicarse a escrutar las sombras, no le roba a la chica en el último momento. Porque ésos siempre dan sorpresas. Los hijos de la gran puta.

Todos se mueven dentro del local, dotándolo de vida propia. Son un microcosmos, pero ellos no lo saben. Allí está el que va a triunfar seguro, dirigiéndose ya hacia una cómoda pared en la que empotrar a la que lo ha escogido.

No muy lejos anda el que va a cagarla sin lugar a dudas. Él todavía no lo sabe porque está colocado y es un pobre idiota. En otro tiempo aquel primer amago, su mirada fija y turbia, la ira que guarda dentro le habrían producido a nuestro amigo un sentimiento de camaradería. Pero a aquellas alturas de su larga vida aquel prototipo de mierda le importaba lo justo: era mala competencia. Pero competencia, después de todo. Aunque, en este caso, ni siquiera eso. Ella tiene novio, capullo. Es evidente. Huele diferente. Pero los humanos no tienen tan desarrollados los sentidos como para descubrirlo, naturalmente.

Unos metros más allá dos fulanos se acercan por detrás, sigilosos, y miran a una chica que no los ve. El que sí los ha visto es otro hombre, un adversario dudoso, si tenemos en cuenta que no ha hecho movimiento de ningún tipo en lo que va de noche. Sin embargo los mira, con desafío combinado con media sonrisa que parece decir algo así como "ya estoy yo aquí". Los otros comprenden, cómplices, y desaparecen entre la bruma.

Nadie, ni siquiera los protagonistas de estas historias, parecen darse cuenta de todo lo que ocurre a su alrededor. Algunos ni siquiera se dan cuenta de que acaban de ser, por un breve instante, los héroes de una hermosa o terrible aventura que acaba o empieza esa noche.

Su presa tampoco. Pero eso va de oficio. Si se diera cuenta aquel sería su fin. La extinción de su pueblo.

No le gusta demasiado. De hecho es el tipo de chica que rechazaría probar en otras circunstancias. Pero esta noche siente furia bajo el pecho y no necesita sangre. Necesita muerte. Así que se acerca a ella, tan seguro de sí como siempre, mientras confirma mentalmente que aquella pija rubia no merece seguir en este mundo.

Aquello dura apenas unos minutos. Termina en el cuarto de baño poco después cuando, tras ofrecerla una absurda raya de cocaína (tan absurda como los humanos) la perfora el cuello con los colmillos y bebe su sangre.

Cuando mata su inocencia escupe y deja caer el cadáver. Está satisfecho. Pero pasaría el día metido en el baño si sus intestinos todavía sirviesen para algo.

La jodida chica sí era garrafón.

lunes, 1 de diciembre de 2008

PerdidoBolero















Sólo somos naúfrafos

sometidos al retorno de Generaciones
pasadas, incapaces de alcanzar
la perfección del mar
por estar inmersos
en una guerra sin vencedor ni vencido.

Sólo algunos privilegiados
encuentran su otro yo
y logran completarse en ese mar

Otros
simplemente somos restos de naufragios
luchando por sobrevivir,
seres autómatas
que hemos perdido
o rechazado
u ocultado
el músculo doloroso
que una vez,
o dos,
o más
hirieron sin querer
o quizás con la intención
de hundirnos.

martes, 11 de noviembre de 2008


El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no
esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas
desolaciones hay una buena noticia: el amor. Los Hombres Sensibles de
Flores tomaban ese rumbo cuando querian explicar el cosmos. Y hasta
los Refutadores de Leyendas tuvieron que admitir casi sin reservas,
que el amor existe. Eso si, nadie debe confundir el amor con la
dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma
cosa. Especialmente en el barrio del Angel Gris, que es tambien el
barrio del desencuentro. Las historias amorosas de los tiempos
dorados son casi siempre tristes. Esto no basta para afirmar que
todos los romances fueron desdichados: sucede -tal vez- que el arte
necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo.
Los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de
mercaderes afortunados. Por eso los poetas de Flores buscaban el
desengaño, porque pensaban que cerca de el andaba el verso perfecto.
Casi todos quedaban en la mitad del camino. Manuel Mandeb veia las
cosas de un modo mas complicado. Admitia que la pena de amor conducia
al arte. Pero tambien sostenia que el proposito final del arte es el
amor. La recompensa del artista es ser amado. Asi pareceia opinar
Ives Castagnino, el musico de Palermo, quien componia valses
melancolicos al solo efecto de seducir señoritas. Cuando no lo
lograba, su tristeza le dictaba otras canciones que mas tarde le
servian para deslumbrar señoritas nuevas y asi recomenzaba el
circulo. Algunos muchachos sin vocacion artistica trataban de merecer
a las damas cultivando las ciencias, la bondad, el coraje, la riqueza
o la extorsion. Los autores de aforismos extrajeron de estas
realidades una conclusion modesta: si no fuera por el amor, nadie
haria gran cosa. Las muchachas beligerantes podian objetar que estos
pensamientos parecen reservados a la conducta masculina. Al respecto,
Mandeb creia que las mujeres hacian de ellas mismas un hecho
artistico.

El poligrafo de Flores, en un rapto de arbitrariedad, llego a
establecer un orden de cualidades, segun su eficacia para enamorar.
Coloco en primer lugar la belleza y luego la juventud, aclarando que
estas dos virtudes son tal vez una sola. Despues ubico las
condiciones espirituales: inteligencia y bondad. En ultimo termino,
el poder y el dinero. Muchedumbres de feos de cierta edad polemizaron
con Mandeb reclamando el derecho a ser amados por su limpieza,
trayectoria comercial o apellido ilustre. De todos modos, para este
oscuro pensador, el amor era una flor exotica cuyo hallazgo ocurria
muy pocas veces.

- De cada mil personas que pasen por esa puerta -decia- acaso nos
conmueva solamente una. Del mismo modo, quiza solo una entre las mil tenga
a bien impresionarse con nosotros. La cuenta es sencilla: sin contar
percepciones engañosas y desilusiones posteriores, la posibilidad de un
amor correspondido es de una en un millon. No esta tan mal, despues de
todo.
Pero dejemos la pura especulacion de los espiritus obtusos de Flores.
Mucho mas interesante es saber como amaron realmente. Para ellos habremos
de transcribir algunas historias que presumen de veraces y que han llegado
hasta nosotros por avenidas literarias o por oscuros atajos confidenciales.

domingo, 26 de octubre de 2008

can we..?


El poeta rezaba sin causa, perdido, hendido en las rendijas de su propia amargura. La inspiración al igual que la locura "nunca tuvo maestro" y es por esto que la necesidad creativa del intrépido ronda de norte a sur su mismo cortex,ensimismada, ávida para tomar la realidad. El reconocimiento, o la palmadita en el pecho es el pan de cada día; la crítica o la mera envidia, tejen la bandera que pocos, no ya tan intrépidos, se atreven a consumir. Siempre de una manera caprichosa, rozando lo mezquino.
El poeta se cansa, ya no resuda en el evangelio y busca su próxima víctima, una nueva Lolita o cualquier hoja perdida de Madrid. Afila su vista de lince en peligro de extinción para montar su nueva historia. Sin vistas al futuro pero con la pluma sumergida en el presente, voluptuosa, en guardia en esta cementerio-de-sueños-ciudad.
Se asoma el quinto Sol en la Dehesa de la Villa una hora antes, perfilando nuevos horizontes para la mal llamada América, pidiendo a gritos ese cambio que tanto necesita.

martes, 21 de octubre de 2008

Hoy, solo puede hablar Silvio

El silencio aulla tras su guitarra,
reflexivo, inequívoco...
La dulzura, hecha canción; el súmun define esta ópera.

Pensemos en voz alta, amemos.

lunes, 20 de octubre de 2008

A veces suele...


Regalan soluciones para la crisis, el gobierno argentino nacionaliza las pensiones privadas, Wall Street sube más de cuatro puntos pero Collin Powell bromea con ser Demócrata, 18 muertos en el motín de la cárcel mexicana de Reynosa. Mientras,nosotros, cómo no seguimos encogidos, taladrando gritos, aullidos, bramidos al envés del almohadon. El tiempo se nutre de segundos, de partículas congruentemente atemporales invertidas en esperanza, que queda congelada en tu cuerpo. Solo cuando rescatas mi última dicha o juegas al despite tras mis cínicos sentidos.
Noviembre es lo que tiene, comienzan a llenarse de letras las notitas fluorescentes que perfilan los Lunes: primeros avisos de pago de matrícula de la universidad o la mañana perdida en reprografía buscando la programación de Historia del Pensamiento Social y Política, libros de Kapucinski, pestañas de tus noches...
Es tiempo de amar por cualquien poro de tu insulsa máquina de vida, de alzar la voz, una vez más, para aliviar el tedeo, ese que ni tan siquiera, ya, traen las golodrinas. Almendros que lloran cuando nos subimos a Madrid. Arrebato a los días esa daga que a muchos ahoga, que ciega hasta con frialdad. Herejes, somos casi siempre, dentro del margen de incertidumbre, con la pluma descosida de verosimilitud y en la mesilla de Cesar Vallejo. Amemos sin acuse de recibo, sin vísperas, con saña. Ah! Y de rezar a dioses que no creen en nosotros.
Salud,con vértigo de estraperlo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Sin,con, o quizá


















Prisas incendiarias regateaban las baldosas,
sin reloj que degustara el sabor de su castigo.
Mañanas de nivea, nenuco y nubes rosas
excursiones acabadas en el roto de tu ombligo.

Clases de desdoble en las dunas de tu pelo
fisica y quimica en las escaleras del olvido.
Carreras en pasillos con sabor a caramelo
acicalan mis recuerdos en cada noche que se ha ido.

Derrama escarcha el vagon de mi pasado
en carceles de cloro, de rutina, de memoria,
envileciendo las agujas de un reloj siempre atrasado,
cuando sea niño no habra drama en esta historia.

Asi pues vendamos cara la derrota
de letras, pagares y acuses de recibo
cicatrices de papel caeran hoy en bancarrota
cuando aquellos muros dibujen los versos que no escribo.